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Los tipos de piel: características y cuidados - Tu piel en profundidad - Blog - TotalAge
 
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Los tipos de piel: características y cuidados - Tu piel en profundidad - Blog

 
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Los tipos de piel: características y cuidados - Tu piel en profundidad - Blog

 

Los tipos de piel: características y cuidados

Los tipos de piel: características y cuidados

 

Tabla de contenidos

 


Los tipos de piel que conoces como normal, seca, grasa y mixta, están clasificados según la cantidad de sebo presente en su superficie. Esto se debe a que es un criterio que se puede medir de forma objetiva. (1)

Por otro lado, no quiere decir que tu piel vaya a ser siempre seca o mixta. Más bien al contrario, porque lo más posible es que experimentes fluctuaciones. (1) La razón de ello son las cantidades de sebo segregadas por las glándulas sebáceas. Las cuales cambian según factores como la edad, variaciones hormonales, la estación del año y la presencia o no de acné. (1) (2)

Unido a estos factores, habría que considerar que la secreción de sebo es diferente según qué zonas del rostro estemos hablando. La zona denominada T se refiere a la frente, la nariz, la barbilla y el contorno de la boca, y suele presentar una mayor secreción. Frente a la zona U, correspondiente a los laterales de las mejillas, con menor producción. (2)

Todo esto viene a indicar que la clasificación del tipo de piel podría ofrecer más amplias y complejas combinaciones que las habituales. (2) No obstante, es importante que conozcas tu piel lo más a fondo posible. Los tratamientos acertados no solo prolongarán su juventud, sino que además evitarás el riesgo de sensibilizarla por utilizar cosméticos que no corresponden con su clasificación. (3)
Esta piel es la más equilibrada en cuanto a aspectos biológicos se refiere: pérdida de agua, sudoración, descamaciones, y lo que es más importante, secreción de sebo. La piel se siente cómoda, sin tirones, hidratada, elástica, se maquilla con facilidad y no se irrita fácilmente. (4) Sus principales características son:

  • No tiene poros visibles ni espinillas. (5)
  • Su tono es normal. (5)
  • Superficie de textura suave. (5)
  • Prácticamente no cuenta con imperfecciones ni lesiones de ningún tipo. (6)
En comparación con la normal, esta piel es áspera al tacto y tiene irregularidades. Puede presentar rojeces e incluso dar picazón, se siente tirante y poco flexible. Las principales causas son una producción insuficiente de sebo, pocos lípidos lubricantes, y una anormal queratinización que modifica el equilibrio del estrato córneo. Con una barrera protectora débil, la piel empieza a perder agua y además, capacidad para repararse. (4) (9) Sus principales características son:

  • Poros prácticamente invisibles. (6)
  • Se visualizan pequeñas líneas o arrugas. (6)
  • Presenta poca luminosidad. (6)
  • Se irrita con facilidad. (6)

La piel seca puede ser de dos clases. La primera es adquirida, que surge a partir de la piel normal, o incluso grasa, estas últimas que pasan a ser temporales. Las causas son factores externos como los rayos UV, climas extremos como el frío o el viento, o incluso exponerse a compuestos químicos que resequen. La segunda es constituida, por patologías como una dermatitis atópica, o no patológica, como la fragilidad. (4)

 

Esta piel es propia de la mitad superior del cuerpo, donde encontraremos más glándulas sebáceas. (4) A pesar de su fácil asociación con el acné, este puede o no estar presente. (5) Las principales causas de este tipo de piel son hormonales, como momentos específicos del ciclo menstrual o la menopausia. Las estaciones, específicamente en verano y finales de la primavera, o climáticas como la humedad. Otros factores determinantes son la raza y el sexo, siendo los hombres más propensos a ella. (10) Sus principales características son:

  • Poros muy dilatados y con espinillas. (6)
  • Piel gruesa, de aspecto brillante y con colores apagados. (5) (6)
  • No mantiene el maquillaje. (5)

¿Es todo malo con la piel grasa?

No, porque el sebo también ofrece cierta inmunidad y es un importante componente de la barrera protectora. (10)

Existen dos clases de piel grasa, la normal caracterizada por el aumento de secreción que genera brillos, presentando folículos debilitados. La piel grasa clínica puede presentar acné, pero no necesariamente por secreción de sebo. Otras razones de su aparición son el aumento de testosterona, proliferación de bacterias y ácidos grasos en la dermis. Otra complicación propia de este tipo es la dermatitis seborreica. (9)
Este tipo de piel es la más habitual, pero también la que presenta mayores complicaciones para dar con tratamientos de cuidado. Es muy frecuente en verano, afectando incluso a la piel seca (que lo es en ambas zonas T y U) que pasa a tener la zona T normal, debido a una mayor secreción. (2) Sus principales características son:

  • Es una combinación de zona grasa, con otras del tipo normal o seca. (6)
  • Poros dilatados y presencia de espinillas. (6)
  • Aspecto brillante. (6)
La sensibilidad es compatible con cualquier tipo de piel, para más detalles de cómo se relacionan y sus características, te aconsejamos que leas nuestro artículo de las pieles sensibles.
Los efectos perjudiciales de los rayos UV son los mismos para cualquier tipo de piel, por lo que la protección solar es imprescindible: recuerda que debe ser de factor alto y de amplio espectro. (4)
Como hemos visto antes, es posible que nuestro tipo de piel cambie incluso con las estaciones del año. Por esta razón hay que evitar los ingredientes que puedan irritarla. En el caso de la limpieza, se pueden utilizar cremas o lociones, evitando detergentes y espumas. (7) (8) Mientras que la hidratación debe incluir en su formulación agua y aceite, preferiblemente como emulsión. (4)
El objetivo de un buen cuidado de la piel seca es reforzar su barrera protectora, ofreciéndole una hidratación óptima. (9)

  • Se pueden escoger formulaciones con humectantes, que atraen el agua, hidratando el estrato córneo en profundidad como la glicerina o la urea. Su principal desventaja es que en altas concentraciones pueden resultar irritantes.  (9)
  • Los compuestos oclusivos bloquean la pérdida de agua transepidermal del estrato córneo. Algunos ejemplos son los aceites minerales o el óxido de zinc. (9)
  • Mientras que los emolientes rellenan los espacios entre los corneocitos de la piel, suavizándola. Algunos ejemplos son el escualeno de origen vegetal (semilla de amaranto, germen de trigo o aceitunas) o los aceites minerales. (9)

Para evitar debilitarla, se desaconsejan extensas duchas calientes y del mismo modo que la piel normal, evitar ingredientes que la irriten.  (4)

 

Como viene siendo habitual, se desaconsejan productos que irriten o barran en profundidad los componentes de la barrera protectora como los surfactantes o las espumas. Para la limpieza, se deben utilizar geles y tónicos libres de alcohol y no comedogénicos, que retiren el exceso de sebo. (4) Mientras que la hidratación se puede realizar con ingredientes que controlen la secreción, como la niacinamida o el té verde. (10)

Sobre la autora
Natalia Perasso Del Buono
¡Hola! Mi mayor virtud es explicar en profundidad las mejores maneras de cuidar el rostro. Lo que más me gusta es dar respuesta a las preguntas más frecuentes sobre la piel y a explicar cómo podemos tenerla más sana y reluciente.

 

¡Recuerda!
Nuestro trabajo es proporcionarte información. Si tienes dudas o necesitas asesoramiento, consulta siempre a un profesional antes de empezar cualquier tratamiento.

 


 

Referencias
1. Youn, S. W. (2015). Cosmetic facial skin type. Agache’s Measuring the Skin, Humbert, P., Fanian, F., Maibach, H., Agache, P., Eds, 1379-1383. [Internet] [Fecha de consulta: 2021] https://link.springer.com/referenceworkentry/10.1007%2F978-3-319-26594-0_90-1
2. Youn, S. W., Na, J. I., Choi, S. Y., Huh, C. H., & Park, K. C. (2005). Regional and seasonal variations in facial sebum secretions: a proposal for the definition of combination skin type. Skin research and technology, 11 (3): 189-195. [Internet] [Fecha de consulta: 2021] https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/j.1600-0846.2005.00119.x
3. Escalas-Taberner, J., González-Guerra, E., & Guerra-Tapia, A. (2011). Sensitive skin: a complex syndrome. Actas Dermo-Sifiliográficas (English Edition), 102 (8): 563-571. [Internet] [Fecha de consulta: 2021] https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1578219011000710
4. Try, C., Nicod, L., & Humbert, P. (2010). Skin care products for normal, dry, and greasy skin. Textbook of cosmetic dermatology. 4thed. London: Informa health care. [Internet] [Fecha de consulta: 2021] https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=rKHSBQAAQBAJ&oi=fnd&pg=PA180&dq=normal+dry+combination+oily+skin+types&ots=5huA6dlkhq&sig=2ROfL0fxyUtDchoSA2aChifireg#v=onepage&q=normal%20dry%20combination%20oily%20skin%20types&f=false
5. Youn, S. W. (2014). Sebum Secretion, Skin Type, and pH. In Pathogenesis and Treatment of Acne and Rosacea (pp. 299-303). Springer, Berlin, Heidelberg. [Internet] [Fecha de consulta: 2021] https://link.springer.com/chapter/10.1007/978-3-540-69375-8_41
6. Selly, A. (2015) Effective Skin Care for Women. International Research Based Journal, 3 (1): 18-24. [Internet] [Fecha de consulta: 2021] http://citeseerx.ist.psu.edu/viewdoc/download?doi=10.1.1.1047.8142&rep=rep1&type=pdf
7. Rodan, K., Fields, K., Majewski, G., & Falla, T. (2016) Skincare bootcamp: the evolving role of skincare. Plastic and Reconstructive Surgery Global, 4 (12): suppl. [Internet] [Fecha de consulta: 2021] https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5172479/
8. Vedamurthy, M. Antiaging therapies. Dermatol Venereol Leprol 72 (3): 183 – 186. [Internet] [Fecha de consulta: 2021] https://www.researchgate.net/profile/Maya-Vedamurthy/publication/27792887_Editorial_-_Antiaging_therapies/links/573c5ead08ae9ace840fd273/Editorial-Antiaging-therapies.pdf
9. Wan, D. C., Wong, V. W., Longaker, M. T., Yang, G. P., & Wei, F. C. (2014). Moisturizing different racial skin types. The Journal of clinical and aesthetic dermatology, 7 (6): 25. [Internet] [Fecha de consulta: 2021] https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4086530/
10. Endly, D. C., & Miller, R. A. (2017). Oily skin: a review of treatment options. The Journal of clinical and aesthetic dermatology, 10 (8): 49-55. [Internet] [Fecha de consulta: 2021] https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5605215/
11. Kasolang, S., Adlina, W. A., Rahman, N. A., & Nik, N. R. (2020). Common skin disorders: A review. Jurnal Tribologi, 25: 59-82. [Internet] [Fecha de consulta: 2021] https://www.jurnaltribologi.mytribos.org/v25/JT-25-59-82.pdf
Fuente de la imagen: unsplash (Olga Korolenko / ONjfs3_vt18)
Fuente de la imagen: unsplash (Dave Goudreau / ujDmmK0OZBc)

 

Los tipos de piel: características y cuidados

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Tabla de contenidos

 


Los tipos de piel que conoces como normal, seca, grasa y mixta, están clasificados según la cantidad de sebo presente en su superficie. Esto se debe a que es un criterio que se puede medir de forma objetiva. (1)

Por otro lado, no quiere decir que tu piel vaya a ser siempre seca o mixta. Más bien al contrario, porque lo más posible es que experimentes fluctuaciones. (1) La razón de ello son las cantidades de sebo segregadas por las glándulas sebáceas. Las cuales cambian según factores como la edad, variaciones hormonales, la estación del año y la presencia o no de acné. (1) (2)

Unido a estos factores, habría que considerar que la secreción de sebo es diferente según qué zonas del rostro estemos hablando. La zona denominada T se refiere a la frente, la nariz, la barbilla y el contorno de la boca, y suele presentar una mayor secreción. Frente a la zona U, correspondiente a los laterales de las mejillas, con menor producción. (2)

Todo esto viene a indicar que la clasificación del tipo de piel podría ofrecer más amplias y complejas combinaciones que las habituales. (2) No obstante, es importante que conozcas tu piel lo más a fondo posible. Los tratamientos acertados no solo prolongarán su juventud, sino que además evitarás el riesgo de sensibilizarla por utilizar cosméticos que no corresponden con su clasificación. (3)
Esta piel es la más equilibrada en cuanto a aspectos biológicos se refiere: pérdida de agua, sudoración, descamaciones, y lo que es más importante, secreción de sebo. La piel se siente cómoda, sin tirones, hidratada, elástica, se maquilla con facilidad y no se irrita fácilmente. (4) Sus principales características son:

  • No tiene poros visibles ni espinillas. (5)
  • Su tono es normal. (5)
  • Superficie de textura suave. (5)
  • Prácticamente no cuenta con imperfecciones ni lesiones de ningún tipo. (6)
En comparación con la normal, esta piel es áspera al tacto y tiene irregularidades. Puede presentar rojeces e incluso dar picazón, se siente tirante y poco flexible. Las principales causas son una producción insuficiente de sebo, pocos lípidos lubricantes, y una anormal queratinización que modifica el equilibrio del estrato córneo. Con una barrera protectora débil, la piel empieza a perder agua y además, capacidad para repararse. (4) (9) Sus principales características son:

  • Poros prácticamente invisibles. (6)
  • Se visualizan pequeñas líneas o arrugas. (6)
  • Presenta poca luminosidad. (6)
  • Se irrita con facilidad. (6)

La piel seca puede ser de dos clases. La primera es adquirida, que surge a partir de la piel normal, o incluso grasa, estas últimas que pasan a ser temporales. Las causas son factores externos como los rayos UV, climas extremos como el frío o el viento, o incluso exponerse a compuestos químicos que resequen. La segunda es constituida, por patologías como una dermatitis atópica, o no patológica, como la fragilidad. (4)

 

Esta piel es propia de la mitad superior del cuerpo, donde encontraremos más glándulas sebáceas. (4) A pesar de su fácil asociación con el acné, este puede o no estar presente. (5) Las principales causas de este tipo de piel son hormonales, como momentos específicos del ciclo menstrual o la menopausia. Las estaciones, específicamente en verano y finales de la primavera, o climáticas como la humedad. Otros factores determinantes son la raza y el sexo, siendo los hombres más propensos a ella. (10) Sus principales características son:

  • Poros muy dilatados y con espinillas. (6)
  • Piel gruesa, de aspecto brillante y con colores apagados. (5) (6)
  • No mantiene el maquillaje. (5)

¿Es todo malo con la piel grasa?

No, porque el sebo también ofrece cierta inmunidad y es un importante componente de la barrera protectora. (10)

Existen dos clases de piel grasa, la normal caracterizada por el aumento de secreción que genera brillos, presentando folículos debilitados. La piel grasa clínica puede presentar acné, pero no necesariamente por secreción de sebo. Otras razones de su aparición son el aumento de testosterona, proliferación de bacterias y ácidos grasos en la dermis. Otra complicación propia de este tipo es la dermatitis seborreica. (9)
Este tipo de piel es la más habitual, pero también la que presenta mayores complicaciones para dar con tratamientos de cuidado. Es muy frecuente en verano, afectando incluso a la piel seca (que lo es en ambas zonas T y U) que pasa a tener la zona T normal, debido a una mayor secreción. (2) Sus principales características son:

  • Es una combinación de zona grasa, con otras del tipo normal o seca. (6)
  • Poros dilatados y presencia de espinillas. (6)
  • Aspecto brillante. (6)
La sensibilidad es compatible con cualquier tipo de piel, para más detalles de cómo se relacionan y sus características, te aconsejamos que leas nuestro artículo de las pieles sensibles.
Los efectos perjudiciales de los rayos UV son los mismos para cualquier tipo de piel, por lo que la protección solar es imprescindible: recuerda que debe ser de factor alto y de amplio espectro. (4)
Como hemos visto antes, es posible que nuestro tipo de piel cambie incluso con las estaciones del año. Por esta razón hay que evitar los ingredientes que puedan irritarla. En el caso de la limpieza, se pueden utilizar cremas o lociones, evitando detergentes y espumas. (7) (8) Mientras que la hidratación debe incluir en su formulación agua y aceite, preferiblemente como emulsión. (4)
El objetivo de un buen cuidado de la piel seca es reforzar su barrera protectora, ofreciéndole una hidratación óptima. (9)

  • Se pueden escoger formulaciones con humectantes, que atraen el agua, hidratando el estrato córneo en profundidad como la glicerina o la urea. Su principal desventaja es que en altas concentraciones pueden resultar irritantes.  (9)
  • Los compuestos oclusivos bloquean la pérdida de agua transepidermal del estrato córneo. Algunos ejemplos son los aceites minerales o el óxido de zinc. (9)
  • Mientras que los emolientes rellenan los espacios entre los corneocitos de la piel, suavizándola. Algunos ejemplos son el escualeno de origen vegetal (semilla de amaranto, germen de trigo o aceitunas) o los aceites minerales. (9)

Para evitar debilitarla, se desaconsejan extensas duchas calientes y del mismo modo que la piel normal, evitar ingredientes que la irriten.  (4)

 

Como viene siendo habitual, se desaconsejan productos que irriten o barran en profundidad los componentes de la barrera protectora como los surfactantes o las espumas. Para la limpieza, se deben utilizar geles y tónicos libres de alcohol y no comedogénicos, que retiren el exceso de sebo. (4) Mientras que la hidratación se puede realizar con ingredientes que controlen la secreción, como la niacinamida o el té verde. (10)

Sobre la autora
Natalia Perasso Del Buono
¡Hola! Mi mayor virtud es explicar en profundidad las mejores maneras de cuidar el rostro. Lo que más me gusta es dar respuesta a las preguntas más frecuentes sobre la piel y a explicar cómo podemos tenerla más sana y reluciente.

 

¡Recuerda!
Nuestro trabajo es proporcionarte información. Si tienes dudas o necesitas asesoramiento, consulta siempre a un profesional antes de empezar cualquier tratamiento.

 


 

Referencias
1. Youn, S. W. (2015). Cosmetic facial skin type. Agache’s Measuring the Skin, Humbert, P., Fanian, F., Maibach, H., Agache, P., Eds, 1379-1383. [Internet] [Fecha de consulta: 2021] https://link.springer.com/referenceworkentry/10.1007%2F978-3-319-26594-0_90-1
2. Youn, S. W., Na, J. I., Choi, S. Y., Huh, C. H., & Park, K. C. (2005). Regional and seasonal variations in facial sebum secretions: a proposal for the definition of combination skin type. Skin research and technology, 11 (3): 189-195. [Internet] [Fecha de consulta: 2021] https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/j.1600-0846.2005.00119.x
3. Escalas-Taberner, J., González-Guerra, E., & Guerra-Tapia, A. (2011). Sensitive skin: a complex syndrome. Actas Dermo-Sifiliográficas (English Edition), 102 (8): 563-571. [Internet] [Fecha de consulta: 2021] https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1578219011000710
4. Try, C., Nicod, L., & Humbert, P. (2010). Skin care products for normal, dry, and greasy skin. Textbook of cosmetic dermatology. 4thed. London: Informa health care. [Internet] [Fecha de consulta: 2021] https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=rKHSBQAAQBAJ&oi=fnd&pg=PA180&dq=normal+dry+combination+oily+skin+types&ots=5huA6dlkhq&sig=2ROfL0fxyUtDchoSA2aChifireg#v=onepage&q=normal%20dry%20combination%20oily%20skin%20types&f=false
5. Youn, S. W. (2014). Sebum Secretion, Skin Type, and pH. In Pathogenesis and Treatment of Acne and Rosacea (pp. 299-303). Springer, Berlin, Heidelberg. [Internet] [Fecha de consulta: 2021] https://link.springer.com/chapter/10.1007/978-3-540-69375-8_41
6. Selly, A. (2015) Effective Skin Care for Women. International Research Based Journal, 3 (1): 18-24. [Internet] [Fecha de consulta: 2021] http://citeseerx.ist.psu.edu/viewdoc/download?doi=10.1.1.1047.8142&rep=rep1&type=pdf
7. Rodan, K., Fields, K., Majewski, G., & Falla, T. (2016) Skincare bootcamp: the evolving role of skincare. Plastic and Reconstructive Surgery Global, 4 (12): suppl. [Internet] [Fecha de consulta: 2021] https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5172479/
8. Vedamurthy, M. Antiaging therapies. Dermatol Venereol Leprol 72 (3): 183 – 186. [Internet] [Fecha de consulta: 2021] https://www.researchgate.net/profile/Maya-Vedamurthy/publication/27792887_Editorial_-_Antiaging_therapies/links/573c5ead08ae9ace840fd273/Editorial-Antiaging-therapies.pdf
9. Wan, D. C., Wong, V. W., Longaker, M. T., Yang, G. P., & Wei, F. C. (2014). Moisturizing different racial skin types. The Journal of clinical and aesthetic dermatology, 7 (6): 25. [Internet] [Fecha de consulta: 2021] https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4086530/
10. Endly, D. C., & Miller, R. A. (2017). Oily skin: a review of treatment options. The Journal of clinical and aesthetic dermatology, 10 (8): 49-55. [Internet] [Fecha de consulta: 2021] https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5605215/
11. Kasolang, S., Adlina, W. A., Rahman, N. A., & Nik, N. R. (2020). Common skin disorders: A review. Jurnal Tribologi, 25: 59-82. [Internet] [Fecha de consulta: 2021] https://www.jurnaltribologi.mytribos.org/v25/JT-25-59-82.pdf
Fuente de la imagen: unsplash (Olga Korolenko / ONjfs3_vt18)
Fuente de la imagen: unsplash (Dave Goudreau / ujDmmK0OZBc)

 

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