La Vitamina C en tu piel: beneficios y funciones La Vitamina C, también llamada ácido L-ascórbico (AA), es el antioxidante con mayor presencia en nuestro cuerpo. Cumple funciones fundamentales como la absorción de hierro y calcio, producción de interfenón (fundamental para el sistema inmunitario) y la excreción de ciertas hormonas. (1) (2)
En el caso de la piel, se encuentra principalmente en el líquido intracelular de las células de la epidermis, con numerosos objetivos, entre ellos los más destacados: - Regenerador de Vitamina E. Mientras que la Vitamina C protege el interior de la célula, el tocoferol o Vitamina E es el encargado de proteger su estructura lípida. Ante cualquier daño que sufra esta membrana, el ácido ascórbico se encargará de regenerarla. (3)
- Reparador de tejidos. En el cual cumple un rol primordial, facilitando la biosíntesis de una de las proteínas más abundantes de nuestra piel: el colágeno. Concretamente los tipos I y III, ubicados principalmente en la matriz extracelular de la dermis, y que proporcionan resistencia y elasticidad a la piel. (4) (5)
- Aclarador de hiperpigmentación provocada por el sol. Actúa reduciendo la melanina y otros intermediarios. (1) (2)
- Protector frente a la oxidación. Para conseguirlo, dona o transfiere electrones para neutralizar a los radicales libres, uno de los principales responsables del envejecimiento de la piel. Estos se producen por diferentes metabolismos naturales del cuerpo, pero su principal responsable es la exposición a los rayos ultravioleta (UV). (1) (2) (4)
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La principal consecuencia de sobreexponernos al sol es que reduce nuestra disponibilidad de Vitamina C en la piel. Es decir, que agota las reservas de esta y otros antioxidantes presentes en las células de la epidermis. Como consecuencia, perdemos defensas naturales ante el estrés oxidativo del sol, el cual a su vez como hemos visto antes, se multiplica por sus rayos. (1) (2)Entonces, ante esta problemática, ¿nuestro cuerpo puede generar Vitamina C para contrarrestar esta pérdida? Lo cierto es, que no podemos producir ácido L-ascórbico porque a diferencia de otros mamíferos, no contamos con la enzima denominada L-gulono-gamma-lactona oxidasa, que ayuda a catalizarlo. Esto nos deja dos alternativas: consumir alimentos ricos en Vitamina C o aplicárnoslo por vía tópica. (1) (2) |
Su absorción está limitada por el transporte activo de nuestro intestino. De tal modo, que al llegar a su límite, el resto lo expulsamos por la orina. (1) (2) |
Si no se ha cubierto la reserva de vitamina C a través de la alimentación, entonces el mejor complemento para proteger nuestra piel es por aplicación directa sobre la misma. (5) (9) |
- Protección contra fotoenvejecimiento. Combinado con la Vitamina E y ácido ferúlico. Aunque el AA de la piel no absorbe los rayos UVA ni UVB, su aplicación tópica puede ofrecer fotoprotección contra los rayos ultravioleta. (1) (2)
- Antioxidante. Neutraliza los radicales libres generados por la exposición a los rayos UV, la polución y el smog. (3) (5)
- Aumenta la producción de colágeno I y III. Disminuyendo la apariencia de las arrugas. (1)
- Aclara la hperpigmentación y manchas solares. (2) (3)
- Antiiflamatorio en infecciones como el acné. (1)
Con esto presente, cabe preguntarse qué alternativas tenemos para tratamientos de vitamina C tópicos. |
La buena noticia es que el ácido L-ascórbico es unos de los componentes de acción antioxidante de mayor presencia en el mercado de cuidado facial. Gracias en gran medida, por su capacidad hidrosoluble (ser soluble en agua). (2) (6)Aunque es posible encontrarlo como único componente, lo más habitual es combinarlo con otros principios activos. Esto último se debe a que el contacto con el oxígeno, el pH o incluso la temperatura, pueden acelerar su oxidación. Por eso es fácil encontrarlo junto con la Vitamina E, que controla su pH y concentración de electrolitos, y estabilizadores como el ácido cítrico, el tartático o el ferúlico. (1) (2) (7)Para asegurar la máxima eficacia, el producto más recomendado es el sérum, la razón de ello es que contiene Vitamina C activa, en las máximas concentraciones posibles, prolongando su efectividad. Su tono suele ser de un amarillo pálido y con un pH inferior al 3.5 que le permite penetrar en la dermis. (2) (8) |
El sérum de vitamina C de La Roche-Posay utiliza una concentración del 10% de ácido L-ascórbico puro. El cual se encuentra dentro de los límites recomendados: entre el 8 y 20%. En adelante no solo no se multiplican sus efectos, sino que además puede provocar irritación. (2) |
El Hyaluron-Filler Vitamin C Booster de Eucerín también cuenta con una concentración del 10% pura. La curiosidad es que dentro de la ampolla, la vitamina se encuentra en su forma deshidratada para evitar su pronta oxidación. De este modo, basta con agitar el producto para activarlo, debiendo utilizarse en los próximos 21 días. |
Una alternativa muy utilizada son sus derivados, muchos más estables ante la oxidación y con menos riesgo de irritación. No obstante, sus principales desventajas son que por un lado su acción antioxidante no es directa, solo convirtiéndose en ácido ascórbico cuando entra en contacto con la piel y por otro, que puede carecer la actividad farmacológica del AA puro. (1) (3) (7) |
Un ejemplo con un derivado del AA es el caso de la crema A-Oxitive Aqua de Avene. Provisto de Ascorbyl Glucoside, considerado uno de los más estables y resistentes a la oxidación, que además, goza de una muy buena permeabilidad en la piel. (2) (3) |
Sobre la autora Natalia Perasso Del Buono ¡Hola! Mi mayor virtud es explicar en profundidad las mejores maneras de cuidar el rostro. Lo que más me gusta es dar respuesta a las preguntas más frecuentes sobre la piel y a explicar cómo podemos tenerla más sana y reluciente.
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¡Recuerda! Nuestro trabajo es proporcionarte información. Si tienes dudas o necesitas asesoramiento, consulta siempre a un profesional antes de empezar cualquier tratamiento. |
Las cremas más vendidas con vitamina C |
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Referencias | 1. Dover, J. S., & Alam, M. (2014). Cosmeceuticals E-Book: Procedures in Cosmetic Dermatology Series. Elsevier Health Sciences. [Internet] [Fecha de consulta: 2022] https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=oP3TBwAAQBAJ&oi=fnd&pg=PP1&dq=Cosmeceuticals+E-Book:++Procedures+in+Cosmetic+Dermatology+Series&ots=X2sACrrDtx&sig=D-S_rJkWEmhKTIa2qKY-N2WP-w4#v=onepage&q=Cosmeceuticals%20E-Book%3A%20%20Procedures%20in%20Cosmetic%20Dermatology%20Series&f=false | 2. Ravetti, S., Clemente, C., Brignone, S., Hergert, L., Allemandi, D., & Palma, S. (2019) Ascorbic acid in skin health. Cosmetics, 6 (4): 58. [Internet] [Fecha de consulta: 2021] https://www.mdpi.com/2079-9284/6/4/58/htm | 3. Caritá, A. C., Fonseca-Santos, B., Shultz, J. D., Michniak-Kohn, B., Chorilli, M., & Leonardi, G. R. (2020) Vitamin C: One compound, several uses. Advances for delivery, efficiency and stability. Nanomedicine: Nanotechnology, Biology and Medicine, 24: 102117. [Internet] [Fecha de consulta: 2021] https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1549963419302011 | 4. Nuñez Montoya, S. C., & Rocha, M. T. RACIM: ficha técnica de VITAMINA C. [Internet] [Fecha de consulta: 2022] https://rdu.unc.edu.ar/bitstream/handle/11086/16210/RACIM-Vit-C-versi%C3%B3n-1-01.07.2020-1.pdf?sequence=2&isAllowed=y | 5. Gref, R., Deloménie, C., Maksimenko, A., Gouadon, E., Percoco, G., Lati, E., ... & Couvreur, P. (2020) Vitamin C–squalene bioconjugate promotes epidermal thickening and collagen production in human skin. Scientific reports, 10(1), 1-12. [Internet] [Fecha de consulta: 2022] https://www.nature.com/articles/s41598-020-72704-1 | 6. Vedamurthy M. (2006) Antiaging therapies. Indian J Dermatol Venereol Leprol, 72: 183-6. [Internet][Fecha de consulta: 2022] https://www.researchgate.net/profile/Maya-Vedamurthy/publication/27792887_Editorial_-_Antiaging_therapies/links/573c5ead08ae9ace840fd273/Editorial-Antiaging-therapies.pdf | 7. Sheraz, M. A., Ahmed, S., Ahmad, I., Shaikh, R. H., Vaid, F. H. M., & Iqbal, K. (2011) Formulation and Stability of Ascorbic Acid in Topical Preparations. Systematic Reviews in Pharmacy, 2(2). [Internet][Fecha de consulta: 2022] https://web.b.ebscohost.com/abstract?direct=true&profile=ehost&scope=site&authtype=crawler&jrnl=09758453&AN=83359333&h=jyoit6qPdW6BASNLVUxmFE4GefdJN5O0KtZm%2brhQO2uWooxoZy%2b1rVRyuYceI%2bSVrBAsAO1c9eXr%2f2G2UWa8Og%3d%3d&crl=c&resultNs=AdminWebAuth&resultLocal=ErrCrlNotAuth&crlhashurl=login.aspx%3fdirect%3dtrue%26profile%3dehost%26scope%3dsite%26authtype%3dcrawler%26jrnl%3d09758453%26AN%3d83359333 | 8. Telang, P. S. (2013) Vitamin C in dermatology. Indian dermatology online journal, 4(2), 143. [Internet][Fecha de consulta: 2022] https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3673383/ | 9. Pullar, J. M., Carr, A. C., & Vissers, M. (2017). The roles of vitamin C in skin health. Nutrients, 9 (8): 866. [Internet] [Fecha de consulta: 2022] https://www.mdpi.com/2072-6643/9/8/866/htm | Fuente de la imagen: Unsplash.com (Noah Buscher / eCJiD00AJqs) |
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