LA RIQUEZA DE UNA PIEL BALANCEADA

Cuando comienzas a experimentar los cambios hormonales derivados del inicio de la menopausia, tu piel no es ni mucho menos indiferente a esta extraordinaria revolución. Y lo que te pide tu piel es precisamente para lo que está diseñada la gama Rosage de Anne Moller: para equilibrarla pasados los 50 años de la edad madura.

Lo más importante es que tu piel no pierda nutrientes, y eso es precisamente de lo que se va a ocupar: de reequilibrar de manera natural la micronaturaleza de tu piel. Como resultado de este tratamiento recuperas la calidad, firmeza y belleza de tu rostro de forma visible.

Para alcanzar estos objetivos, la crema Balance Repairing está formulada con una serie de ingredientes como el exclusivo concentrado de postbióticos y probióticos que mantienen la integridad de la piel, favoreciendo la renovación desde su interior. Los derivados de la soja, uno de los fitoestrógenos de acción antioxidante más poderosos que encontramos en la naturaleza, son los encargados de estimular la producción natural de colágeno, que a su vez favorece la reparación ante daños exteriores.

Otro elemento fundamental es el Global Defense Technology, un cocktail de fuerte acción antiedad compuesto por vitaminas y minerales específicamente elaborado para defender a la piel ante agresiones que amenazan el equilibrio y salud de tu piel. Factores como la luz ultravioleta e infrarroja, y contaminantes como los metales pesados del medio ambiente, generan estrés oxidativo que acelera la aparición de los signos de la edad.

¿CUÁNDO ES MEJOR APLICARLA?

Unido a su factor de protección SPF 15, resulta ideal para aplicarlo por la mañana, al final de tu rutina de cuidado del rostro.

¿QUÉ TEXTURA POSEE?

Notarás que se absorbe fácilmente y que no deja acabado graso, lo que resulta perfecta para todos los tipos de piel.

ANNE MOLLER: LA BELLEZA EN CADA ETAPA DE TU PIEL

La filosofía de la marca gira en torno al cuidado y protección de la piel frente a los efectos negativos de agentes externos como la polución o los rayos del sol. De este modo se alcanzan dos fines: ayudar a la piel en su labor como barrera protectora al tiempo que cuida su salud y juventud.  Para conseguir este último cometido, cada formulación se elabora atendiendo a las particulares necesidades que tiene la piel madura en cada década de la mujer.

Otro elemento fundamental de Anne Moller es la unión entre ingredientes de origen natural y la constante investigación que avalen la eficacia de sus tratamientos. Sus fórmulas se plantean como minuciosos rituales de belleza, buscando transmitir sensaciones específicas a partir de aromas y texturas envolventes.